A menudo, en instalaciones ruidosas, hay un proceso o área que genera un ruido extremadamente fuerte. Por lo general, es una tarea específica (como limpieza de tanques, pruebas de funcionamiento del motor o proyectos de demolición) o específica de la herramienta (un chorro de arena, un soldador de arco o un martillo neumático, por ejemplo). Todos los trabajadores lo reconocen, incluso aquellos que trabajan a varios departamentos de distancia.

Para aumentar la confusión, los expertos en audición generalmente no están de acuerdo con las definiciones reglamentarias de ruido seguro. Las tablas de dosis de ruido publicadas que definen las exposiciones seguras al ruido ponderadas en el tiempo simplemente se desmoronan para el ruido extremo. Usando su tasa de cambio de 5 dB y un nivel de criterio de 90 dB, OSHA1 define la exposición máxima permisible al ruido sin protección como 115 dBA durante 15 minutos, una sobreexposición que la mayoría de los profesionales de la conservación de la audición consideran inaceptable. Por el contrario, NIOSH2 recomienda que ningún trabajador se exponga a más de 28 segundos acumulativos de ruido a 115 dBA (y ningún otro ruido) en cualquier día de trabajo.
Método convencional: protección dual
La protección dual, usando tapones para los oídos y orejeras simultáneamente, es a veces el único método disponible para lograr la máxima protección contra ruidos peligrosos. Si bien la protección dual generalmente prolonga el tiempo de exposición permitido, tiene un costo: el uso de tapones para los oídos y orejeras al mismo tiempo puede aislar significativamente al usuario, lo que dificulta la comunicación o la escucha de señales de advertencia.